viernes, 6 de abril de 2012


10 PASOS PARA CUIDAR TU CORAZON
1. Descubra qué tan cerca está de la diabetes 
La diabetes es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Los exámenes de sangre para conocer los niveles de azúcar que registra el paciente en un momento determinado son los más populares para diagnosticarla o para realizar el seguimiento a pacientes diabéticos. También se realizan mediciones antes y después de ingerir una alta carga de la glucosa en laboratorio. Sin embargo, ninguna de las dos pruebas permite realizar un control por un período más largo, como sí lo hace el examen de hemoglobina glicosilada Hgb 1ac.

El doctor Enrique Morales, certificado con el Primer Lugar Nacional por el Consejo Mexicano de Cardiología, señala que la Asociación Americana de Diabetes desde 2010 sugiere realizarse esta prueba para conocer los niveles de azúcar tanto en pacientes diabéticos como en quienes desean conocer como está su riesgo de desarrollarla, independientemente de los resultados que obtengan en la medición de glucosa en sangre en un momento dado. ¿Por qué? Porque la glucosa tiene variaciones a lo largo del día, desciende en ayunas y sube al ingerir alimentos, pero la prueba de hemoglobina glicosilada registra el promedio de todos los valores de glucosa que ha tenido un paciente durante los últimos tres meses. Es un valor que realmente permite saber qué tan cerca o lejos se encuentra un paciente de la diabetes.

2.Conozca su presión arterial real 
Si una persona tiene niveles de presión arterial superiores a los normales, (sobre 120/80) en varias ocasiones se recomienda un monitoreo ambulatorio de presión durante 24 horas seguidas con un pequeño accesorio portátil similar al holter que se emplea para estudiar arritmias cardíacas, señala el doctor Guillermo Fabregues, ganador del premio Moledo al mejor trabajo de investigación clínica otorgado por el Consejo Argentino de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología. Este registro permite evaluar el comportamiento de la presión considerando los patrones de descenso normales durante la noche y detectar cuáles son casos de hipertensión aislada de consulta o de bata blanca, una condición que afecta a un 30 por ciento de los pacientes que con sólo ver al médico sufren un aumento de presión temporal.

Cuando la presión arterial aumenta también aumenta el riesgo de un evento coronario o daño cerebral. “Al subir la presión con la que la sangre circula, las placas de colesterol en las paredes interiores de las arterias se van erosionando y se puede llegar a desprender un fragmento de esta placa. Este desprendimiento se convierte en una peligrosísima partícula que al ser arrastrada por el torrente sanguíneo puede llegar a tapar un vaso sanguíneo, obstruyendo la irrigación de una porción de tejido que simplemente muere. Si las arterias bloqueadas son las coronarias ocurre un infarto cardiaco, si son las carótidas, un infarto cerebral. De ahí la importancia de mantener la presión arterial bajo los niveles de riesgo”, señala el doctor Jesús López, presidente de la Sociedad Venezolana de Hipertensión.

Infartos y secuelas 
Cuando se les menciona a algunos pacientes que tienen un 10 por ciento de probabilidades de sufrir un infarto en los próximos 10 años, algunos responden “ya pues doctor, de algo me he de morir” cuando la realidad es que sólo un 50 por ciento de las personas que tienen un infarto mueren, la otra mitad queda con discapacidad o con serias deficiencias en su calidad de vida, muchos convertidos en seres dependientes.   
Fuente: Doctor Enrique Morales.

¿Hipertensión nerviosa? 
Un susto o un disgusto pueden causar una variación momentánea en la presión arterial, es una respuesta normal a una situación de tensión extrema. Pero no existe lo que algunos llaman hipertensión emotiva. Cuando los niveles de presión se disparan considerablemente por estrés y se mantienen altos es porque las arterias ya están enfermas. El problema no es el estrés sino el daño arterial.  
Fuente: Doctor Guillermo Fábregas.
3. Conozca sus niveles de colesterol 
Un colesterol total de menos de 200, un colesterol bueno o HDL sobre los 40 en hombres y sobre los 50 en mujeres y un colesterol malo o LDL bajo el 130 son los valores que se han considerado dentro de los estándares normales, pero ahora el concepto cambió. “El colesterol es un factor importante pero no el único a considerar para determinar el riesgo cardiovascular, hay que analizarlo junto a otros elementos. Existen personas que tienen el colesterol sobre los niveles normales pero no tienen riesgo. Por ejemplo: a una mujer relativamente joven, con el colesterol un poco elevado, pero que no tiene antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, ni presión alta, que no fuma, ni es diabética, se la puede controlar con chequeos periódicos, dieta, ejercicio y probablemente no sea necesario medicarla. En cambio, hay otros pacientes con el colesterol más bajo, pero que son diabéticos, fuman, tienen historia familiar de enfermedades cardiacas que sí deben ser medicados”, explica el cardiólogo Daniel Siniawsky, fundador de la Clínica de Lípidos del Hospital Italiano en Buenos Aires.

Aclara que es importante señalar que en las cifras de colesterol hay un límite que por sí sólo es peligroso, quienes tienen un colesterol malo o LDL sobre 190 o un colesterol total superior a 300 requieren tratamiento con fármacos de inmediato porque estas cifras por sí solas, sin que existan otros factores de riesgo, ya son peligrosas.
4. Estratifique su riesgo 
Como se mencionaba en el punto relacionado al colesterol, si bien es importante conocer ciertos valores claves, hoy se sabe que la mejor manera de descubrir el estado cardiovascular de una persona es analizar estas cifras en conjunto y no aisladamente. Por eso, cada vez más cardiólogos destacan la importancia de lo que se conoce como “estratificar el riesgo” de sus pacientes y calcular las probabilidades de desarrollar un infarto, una embolia cerebral y otras enfermedades cardiovasculares en el futuro empleando cuestionarios con tablas establecidas principalmente de acuerdo a la edad, sexo, niveles de colesterol, presión arterial, si es diabético o no y si fuma o no. Al conocer en qué nivel se encuentra un paciente, el médico plantea las metas en cada área y la mejor estrategia para alcanzarlas.

“Existen diferentes escalas para realizar esta medición. Una de las más usadas es la derivada del Estudio Framingham, la versión más reciente se llama Framingham 2008 que permite calcular el riesgo a 10 años de desarrollar cualquiera de las enfermedades cardiovasculares mayores” explica el doctor Enrique Morales, quien considera que todos los adultos deberían realizarse esta estratificación, sólo así se pueden tomar medidas preventivas efectivas que salvarían millones de vidas.
Terapias combinadas 
La farmacología ha avanzado significativamente para beneficio de los pacientes. Por ejemplo, hoy existen terapias combinadas que actúan de manera sinérgica y complementaria. Es decir, se puede utilizar la mitad de las dosis de dos tipos de medicación, consiguiendo que los efectos colaterales disminuyan y que la potencia o eficacia de su acción terapéutica sea mayor. 
Fuente: Doctor Jesús López.
El factor genético 
Es importante conocer e informarle a su médico si su padre sufrió enfermedad cardíaca antes de los 55 años o su madre antes de los 65. La historia familiar es muy importante. Se estima que el 50 por ciento de los infartos en gente joven se producen en pacientes con antecedentes familiares. 
Fuente: Doctor Daniel Saniawsky.
5 Controle su consumo de SAL 
Las personas con presión arterial normal no deben consumir más de seis gramos de sal al día, mientras las personas diagnosticadas como hipertensas (con presión arterial elevada) no más de tres. Esta es una de las estrategias de salud pública más económicas y efectivas que existen, según el doctor Jesús López, por la relación directa que tiene su consumo excesivo con la presión alta. “El riñón humano está hecho para excretar la sal que ingerimos, pero un 70 por ciento de los hipertensos son sodio sensibles, es decir, no pueden eliminar la sal que consumen normalmente, para hacerlo requieren aumentar su presión arterial”, apunta el doctor Jesús López y agrega que llega un momento en que aún teniendo la presión muy alta no se llega a excretar la sal y el paciente se edematiza (se hincha). “Lo mismo ocurre con los vasos sanguíneos, que con el exceso de sal sufren una vasoconstricción directa. Para graficárselo a los pacientes les pido que vean lo que ocurre si vierten media taza de agua sobre media taza de sal, pueden observar cómo la sal chupa el agua, la retiene, lo mismo ocurre en el organismo”.

6 Si le prescriben medicación, Tómela 
Muchos pacientes se desaniman cuando el médico les dice que tienen que tomar medicación de por vida. El doctor Guillermo Fabregues señala que casi el 80 por ciento de hipertensos deja de tomar el medicamento recetado antes del año, cuando es a partir del año de consumo de antihipertensivos cuando la curva de descenso de infartos y eventos cardiovasculares empieza a separarse de quienes no toman fármacos.

Agrega que hay quienes culpan al costo por el abandono de su tratamiento. Menciona el caso de una paciente que llegó a la consulta con una presión de 180/120, ante el asombro del médico confesó que había dejado de tomar su medicación porque le salía muy cara, (20 dólares al mes). Al preguntarle cuánto había pagado en su última visita a la peluquería, la respuesta fue ¡60 dólares! Sobran los comentarios. “Los pacientes deben reflexionar que no están invirtiendo en una pastilla sino en evitar un infarto, un derrame cerebral o la muerte”.

La necesidad de seguir el tratamiento recomendado por el médico no sólo se aplica a los casos de hipertensión, sino también a tomar disciplinadamente los medicamentos prescritos para control del colesterol y de la glucosa, esa es la manera más efectiva que tiene un paciente para alejar el riesgo de infartos, derrames y la muerte.
Casados en ventaja 
Las estadísticas muestran que los hombres que mejor sobreviven a un evento cardiovascular son los casados, luego los solteros, los viudos y al final los divorciados. Los casados se mantienen mejor porque tienen el apoyo y la motivación de sus esposas para controlar su condición siguiendo el tratamiento indicado por el médico. 
Fuente: Doctor Jesús López.
La ley de las mitades 
La mitad de los hipertensos desconoce que lo es. La mitad de los que saben que son hipertensos no sigue ningún tratamiento. Y la mitad de los que están en tratamiento está inadecuadamente controlada, es decir, no alcanzan la meta de presión arterial óptima. Si se considera que la hipertensión es el mayor factor de riesgo de mortalidad en el mundo, se puede concluir que hay demasiadas personas en riesgo. 
Fuente: Doctor Jesús López.

7 NO FUME 
El cigarrillo contiene nicotina y además decenas de otros elementos que pueden resultar tóxicos para diversos sistemas del organismo. Fumar puede tener un efecto nocivo no sólo al aparato respiratorio, sino que también puede traer graves consecuencias a la salud cardiovascular del fumador y de quienes están continuamente expuestos al humo del tabaco, aunque no fumen.

Hay dos razones que explican el daño que causa el humo al sistema cardiovascular: “En primer lugar puede detener la producción del ácido nítrico que es una sustancia vasodilatadora natural que se encarga de mantener la salud de los vasos sanguíneos beneficiando la circulación normal de sangre por el organismo y, en segundo lugar, puede lesionar el endotelio, que es la membrana que recubre los vasos sanguíneos interiormente”, advierte el doctor Jesús López.
8 Siga una dieta sana y Ejercítese 
Una dieta sana debería estar compuesta por lo menos de un 70 por ciento de los siguientes alimentos: frutas, verduras, cereales, leguminosas y carnes blancas en moderación, sugiere el doctor Enrique Morales y recomienda practicar por lo menos 30 minutos de ejercicio físico aeróbico al día, durante cinco días a la semana. “Aunque ahora sabemos que para que la actividad física sea realmente un protector cardiovascular deberían ser dos horas al día”.

El doctor Guillermo Rodríguez, especialista en nutrición, quien dirige la Fundación Universitaria Iberoamericana en Centroamérica señala que la clave está en el balance entre las calorías que se ingieren y las que se queman. Además advierte sobre el crecimiento de la obesidad y el aumento en los casos de diabetes, no sólo en adultos sino también en niños: “Resulta alarmante que ya no sólo encontramos un aumento del sobrepeso sino también niños con colesterol elevado. El principal factor que nos ha llevado a esto es la mala alimentación: tanto en calidad como en cantidad”, menciona el exceso de azúcar en las bebidas, de grasas trans y otros avances de la tecnología alimentaria que ha creado productos definitivamente deliciosos pero que el cuerpo no sabe cómo metabolizar adecuadamente y van acumulándose.

Sabores seductores
Los alimentos dulces tienen muchas calorías y promueven el sobrepeso (con todas las complicaciones en la salud que implica), pero es difícil resistirse a comerlos. Hay un componente sensorial y bioquímico en el azúcar y en cierto tipo de alimentos como el chocolate que provocan una liberación de endorfinas y serotonina que causa una sensación placentera al consumirlos.
Fuente: doctor Guillermo Rodríguez.

Educar nutricionalmente 
Es importante educar al niño nutricionalmente desde sus primeros años, mostrarle diferentes sabores con una inclusión secuencial durante toda la infancia. Más que obligarlo hay que explicarle porqué debe comer ciertos alimentos. Con creatividad en la presentación y combinación de alimentos se puede fomentar el consumo de una dieta sana y balanceada que evitará la obesidad. 
Fuente: Doctor Guillermo Rodríguez.
9 Duerma lo suficiente 
Pocas personas saben que existen pruebas científicas de que la falta de sueño repercute directamente en la salud del corazón. El doctor Pablo Castillo, del Centro de Desórdenes del Sueño de la Clínica Mayo de Jacksonville, señala que una de las investigaciones más concluyentes sobre esta relación fue conducida por la Universidad de Chicago y publicada por la revista Jama, (Journal of the American Medical Association). El objetivo del estudio fue determinar si la cantidad de sueño estaba asociada con la presencia de calcificaciones en las arterias coronarias, que son las que nutren de sangre al corazón.

Después de cinco años de seguimiento al grupo de estudio, los resultados establecieron que mientras más corta es la duración del sueño más calcificaciones coronarias se encontraron en las mediciones realizadas con tomografía computarizada de pecho. Estas calcificaciones en las arterias coronarias son un predictor subclínico de enfermedad coronaria.
10 Alerta con sus ronquidos 
Aunque usted se acueste temprano y duerma ocho horas, si ronca puede que su sistema cardiovascular esté siendo afectado. El doctor Pablo Castillo explica que una condición llamada apnea del sueño está asociada con aumento de presión arterial, enfermedad coronaria, arritmias cardiacas y mortalidad. La principal característica de esta enfermedad son los ronquidos, hay que destacar que no todo roncador tiene apnea, pero toda persona con apnea ronca. “Si el ronquido es tan fuerte que pese a estar con la puerta cerrada, se escucha en el otro extremo de la casa, si es entrecortado con pausas respiratorias, si se presenta con jadeos, sobresaltos y movimientos corporales es probable que esa persona tenga la vía aérea obstruida y padezca de apnea del dormir”, señala el doctor Castillo.

El ronquido de la apnea se produce por el esfuerzo que hace la persona al respirar para que el aire pase por la orofaringe que se ha estrechado. La consecuencia de esta obstrucción es que al disminuir el flujo de aire que entra en los pulmones, decaiga el nivel el oxígeno en la sangre, lo cual repercute en el organismo causando taquicardia, presión alta durante el sueño e inclusive empeoramiento de la diabetes. “La apnea del sueño produce anormalidades en la función del endotelio que en condiciones normales permite dilatarse y contraerse a los vasos sanguíneos. Por otra parte, la apnea produce inflamación, un estado que promueve trombosis o formación de coágulos, por esta razón puede precipitar eventos cardíacos y cerebrovasculares e inclusive la muerte cuando es severa”, advierte. Ante la presencia de síntomas de apnea es vital buscar un especialista que pueda realizar un diagnóstico y, de ser positivo, señalar el tratamiento correspondiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario