Cinco poemas de Alain Bosquet
Futuro
Serás puro:tres vestidos,
una escudilla para recoger la limosna.
Serás bueno:
la mejilla,
luego la otra mejilla para que te abofeteen.
Serás fuerte:
tu vida,
luego la otra vida en la que te transformarás en dios.
Serás humilde como un guijarro,
como un pichón que sale del huevo.
Serás lo que debes ser
para alguna verdad,
para algún amor,
para algún orden invisible.
Y serás recompensado,
bestia de carga y de ensueños.
Y serás castigado,
animal cargado de piedras
y de nada.
Nunca serás tú mismo.
Versión de Enrique Moreno Castillo
Fechorías del verbo
Tengo el recuerdode un recuerdo
donde todo era rostro de rocío
sol íntimo entre los dedos
río puesto de rodillas
para recibir una caricia
tengo el recuerdo
de un recuerdo
donde eras precisa y pura
y ahora es el poema
quien te invita al suicidio
porque según respiro
te invento y te invento y te invento
y nos pierdes a los dos
por reinventarte.
Versión de Enrique Moreno Castillo
Vacilación
Preséntame a la desconocidaque tú te vuelves al momento
en que el poema se insinúa
como un insecto entre tus dedos,
y, al repartirte con los lobos,
vuelve golondrinas tus senos.
¿Eres mía, mujer rebelde,
que transformada en piedra veo?
Mírame ahora, soy tu amo
y el infinito aquí te enseño:
a cada paso que avanzamos
hay que renacer ante el verbo
que une obediencia y aventura.
Reconstruyo tu brazo nuevo
y reconstruyo tu figura,
mas nos lleva este movimiento
hasta el fondo de nuestra sangre
-niños que acosa un blanco vértigo
y cuyo sueño vale apenas
la sílaba que está muriendo.
Versión de Andrés Holguín
Ave
No eres más que la comade una frase en el cielo.
¿No es en verdad ridículo
este mundo fingido:
la palmera con alas,
el desierto elocuente,
la cascada que bala,
el tigre hecho volcán?
¡La riqueza es penuria!
Las lunas regordetas
siempre están mal nutridas.
Tú vuelves a mis versos
donde naciste, coma
hecha águila demente
que da vueltas y vueltas
y cae sobre mi cuello.
Versión de Enrique Moreno Castillo
Como un deseo
Como un deseo,y nadie sabe si será de silencio
o de perfume.
Como un impulso,
y nadie sabe si lo proporcionan las hormigas,
las nubes de la noche, las yeguas locas.
Como un enigma,
y nadie sabe si le corresponde a Dios,
al hombre , al polvo,
resolverlo.
Como un prólogo,
y nadie sabe si le seguirán los frutos,
las palabras, los reproches disimulados.
Como una ciencia
y nadie sabe a quién corresponde,
útil o caprichosa
o mil veces contradictoria.
Como un asombro,
y nadie sabe si existe alguien
para asombrarse, para ser feliz,
para determinar las grandes desgracias.
Como una ley,
y nadie sabe si hay que proferirla,
callarla, escribirla de nuevo
o llevarle cada mañana máscaras nuevas.
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